EL ASCENSO A LAS DOS CUMBRES MÁS ALTAS DE GREDOS
Con mucho
entusiasmo iniciamos otra ruta montañera el viernes 5 de Junio por la noche. Esta vez nuestro punto de mira lo fijamos en el mítico Almanzor y en un pico con nombre de mujer, la Galana, ambos en la Sierra de Gredos.
Aparcamos en la
Plataforma de Hoyos del Espino a las 22.00h, nos colocamos los
frontales y pusimos rumbo a la Laguna Grande donde nos esperaba una
mullida pradera para realizar vivac. Los crampones y el piolet no
formaron parte de nuestro equipo ya que las altas temperaturas
primaverales apenas habían dejado nieve en la Sierra. Sin embargo,
para seguridad de aquellos que íbamos a disfrutar por primera vez de
estas ascensiones, la cuerda y el arnés no faltaron aunque
finalmente no fueron necesarios.
Bajo un cielo
estrellado, el camino por los Barrerones resultó mucho más ameno de
lo habitual. La oscuridad nos permitió admirar y fotografiar
especies en peligro de extinción como las salamandras o los sapos, y
escuchar el canto de las ranas junto a la laguna. Dormir no dormimos
mucho pero, al menos, no pasamos frío.
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| Cumbre del Almanzor |
Por la mañana
tomamos el camino hitado que parte desde el refugio Elola hasta la
Canal Bermeja. A mitad de la misma giramos hacia el oeste y nos
encaramamos entre los bloques de derrubios que forman parte de la
brecha que sube a la Portilla del Crampón. Sin dificultades y sin la
necesidad de colocarnos el casco, pese a lo concurrido del camino,
sobrepasamos el resalte y nos situamos en la cara sur del Almanzor.
Allí nos aguardaba una espectacular vista del Cuerno del Almanzor y
las Canales Oscuras que tantas vidas se han cobrado en invierno. La
mayoría nos despojamos de las mochilas y realizamos una entretenida
y nada desdeñable trepada hasta la cumbre. En dos horas habíamos
coronado el pico más alto del Sistema Central (2.592 m.). Las
fotografías de rigor no faltaron y tras un breve almuerzo
descendimos hasta la Portilla de los Cobardes, prosiguiendo por la
cara norte del Cuchillar de Ballesteros.
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| La Galana |
Con la alegría
de haber alcanzado nuestras metas, del compañerismo mostrado en los
momentos más comprometidos, y todavía con la adrenalina en el
cuerpo, descendimos por el Canal de los Geógrafos hasta la Laguna
Grande, y de allí volvimos a la Plataforma acompañados de dos
colegas abulenses.
Dejando atrás
los rodales de piornos en flor y los rebaños de cabras montesas,
finalizamos en Hoyos del Espino con un par de cervezas y planeando
nuevas rutas invernales por la zona, de las cuales, también os
haremos partícipes.
